Este artículo ha sido publicado en colaboración con José María Puya Braza, Tecnólogo de Alimentos, Dietista, Máster Oficial en Nutrición Deportiva y CEO de Alimentología.

Como comenté en el inicio del primer artículo de la presente secciónel desarrollo de cada uno de estos artículos irá destinado a la consulta presencial/online. Sin embargo, con el método de trabajo online, debido a su mayor informalidad, y menor cercanía, debería estar mucho más en el punto de mira.

En la primera parte pudimos conocer los conceptos generales de la ciencia de los suplementos y los factores básicos que habría que tener en cuenta para pautarlos en consulta. Hoy nos centraremos en casos concretos en los que podría ser útil pautarlos y cuáles son las tipologías de estudios científicos existentes en el mundo de los suplementos.

Suplementos y tipología de estudio

Realizando una adaptación de la investigación protagonizada por Ghosh y Sen (2019), en la siguiente imagen podemos reflejar las tipologías de estudios científicos en suplementos existentes, y cómo deberíamos tenerlas en cuenta de cara a conocer su mayor o menor calidad científica.

estudios científicos en suplementos existentes

En muchas ocasiones se habla a la ligera de "evidencia científica" sin analizar absolutamente ninguna variable ni teniendo en cuenta la posibilidad de que los estudios pueden ser de muy baja calidad metodológica. De hecho, existen muchísimos suplementos comercializados que poseen un número de estudios muy reducidos, sumado a que son in vitro, en animales o estudios de casos.

Pero incluso en revisiones sistemáticas y meta-análisis con estudios clínicos con mecanismos de acción subyacentes, existe una escala de rigurosidad bastante alta. Ni en muchos casos podríamos sentar cátedra y realizar afirmaciones rotundas.

¿En qué casos podría ser útil la suplementación?

También realizando una adaptación y modificación de un estudio muy interesante realizado por los grandes Fernando Mata, Antonio Jesús Sánchez-Oliver, Raúl Domínguez y José Antonio Villegas, en los siguientes casos podría tener sentido suplementar:

  1. Si existe un diagnóstico riguroso de algún déficit nutricional.

  2. Si se establecen déficits de ingestas energéticas crónicas, produciendo consecuencias para la salud.

  3. Durante períodos de pérdida de peso o dietas que excluyen grupos de nutrientes.

  4. Si se excluyen alimentos específicos de la dieta debido a alergias y/o intolerancia alimentarias.

  5. Antes de intervenciones para optimizar adaptaciones.

  6. En viajes o lugares donde existe una variedad limitada de alimentos o no se asegure el principio de seguridad alimentaria.

Referencias:

  • Ghosh N, Sen CK. The Promise of Dietary Supplements: Research Rigor and Marketing Claims. Nutrition and Enhanced Sports Performance. 2019

  • Mata F, Sánchez-Oliver AJ, Domínguez R, Villegas-García JA. Suplementación en el deporte: Directrices desde la responsabilidad profesional. Habilidad Motriz. 2018; 51.

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